浮士德 (Fú shì dé)

En el acto IV se retoma el arco del emperador. Ahora está exiliado esperando que se la vengan a dar sus detractores, que han armado una facción antiemperador. Mefis y Fausto se entrometen a ayudarlo con un ejército mercenario de bandidos de la montaña y un par de magias, ilusiones y lluvias de sangre típicas de cualquier necromancer. El punto del acto parece ser los altibajos: hoy estás en la cima y mañana en el fondo. Algo que los chinos explicaron a la perfección en el I Ching o libro de las mutaciones. Cambio es todo lo que hay . Lo importante es saber dónde estás y si estás subiendo o en caída para tomar las mejores decisiones. Pero la idea no es ir contracorriente sino saber vivir en el pozo y también en la gloria. El mar ejerce su dominio ola sobre ola, se retira sin haber creado nada, lo cual me produce espanto hasta la desesperación. Es una fuerza de elementos desencadenados que no tiene fin alguno. A Fausto lo desesperan los altibajos de la vida, la impe...