El encuentro con la Madre
Fausto ha logrado, por medio de algún chanchullo que habrá hecho Mefistófeles, colarse en la corte imperial. Un emperador tomadísimo por lo demoníaco, él como varios personajes de la corte. Más allá de las referencias literales, y la corrupción capitalista a la que se entra con la invención del papel moneda, hablamos de la dominancia del Yo por sobre la Sombra.
Ahora el paso siguiente, es uno de los más complicados para una mente que se encuentra padeciendo, una mente estancada. El encuentro con lo Bello, representado por medio de Paris y Helena, es la belleza en términos de Eros, la belleza por la vida y el mundo en sí. En psiquiatría y psicología, hay una definición académica y muy precisa de la enfermedad mental: aquellos síntomas/rasgos que se caracterizan por la rigidez, lo disfuncional, y la in adaptabilidad social. Sin embargo, mejor que está definición me gusta la de que la enfermedad mental es la perdida de la capacidad de ver lo bello en la vida, la enfermedad del Eros.
Este encuentro con lo bello es la exigencia de Fausto a Mefistófeles, es lo prometido, poder conectar de nuevo con lo bello, aquello que el mundo racional e intelectual no le había dado. Pero para poder conectar con este aspecto de nuestro psiquismo es volver a una de las figuras primigenia, la responsable de darnos esa capacidad de amar la vida: las madres.Para sanar, o re-conectar mejor dicho, con nuestra madre inconsciente, debemos pasar por uno de los grandes traumas colectivos que la humanidad pasa al final de la etapa de Simbiosis que se da en los primeros meses de vida, es el duro golpe de enfrentarnos a la soledad, el vacío y el sinsentido de la vida. Curiosamente, lo mandan a Fausto a conectar con la gran Madre, para esto debe entregarse a uno de los símbolos más universales que representan por un lado lo maternal, y por otro el inconsciente: el oceano/mar...
"¡Entonces, baja al fondo! ¡Lo mismo podría decir: sube!
Tanto da. Rehuye cuanto tuvo existencia"
... para ir a la esencia, podría agregar.
Fausto lo logra, trae primero a Paris, quien despierta la envidia de todos aquellos que son incapaces de ver, reconocer y apreciar lo bello (¿una sociedad enferma?). Luego sucede lo propio con Helena, donde como sociedad siempre buscamos las imperfecciones, la envidia y los celos manipulados por una Sombra desconectada de nosotros nos lleva a la crítica.
¿Cómo resolverlo? aun no lo sabemos, pero en estos capítulos nos dicen cual NO es la forma, al hablar el erudito, no lograremos reconocer y apreciar lo bello, dejarlo entrar en nuestra vida, por medio de la pajería intelectual, apreciar lo escrito, o si lo dicen los libros.
Muy buena!
ResponderEliminar"la enfermedad mental es la perdida de la capacidad de ver lo bello en la vida, la enfermedad del Eros"
Pura poesía, volviste con todo.