Helena de Trolia

En el acto III está claro que si hay algo mainstream es secuestrar a Helena. En este caso Mefistófeles, travestido como una vieja Fórcida con un solo diente y un solo ojo, engaña a la espartana más bella haciéndole creer que el rey Menelao va a sacrificarla. Algo que no tiene fucking sentido después del quilombo que hicieron los melenudos aqueos para rescatarla. Pero parece que, para Goethe, Helena tenía tanto de linda como de pelotuda. Así que cae en la trampa y es llevada a un castillo mágico donde reina Fausto que, en cinco minutos, le ofrece el reino, se la chamuya, la lleva para una cueva y le hace un pibe. Tuve que leer un poco de contexto porque no entendía una goma de a donde iba todo esto, ni que carajo pasaba con el niño Euforión. Buscaba cobre y encontré oro. 

Fausto es un moderno, un hombre de ciencia. Después de que Descartes reinventara el conocimiento partiendo del cogito, ergo sum, se produce una ruptura con el mundo clásico y medieval. Nadie diría, como en el eternauta: lo viejo funciona, la idea era tirar todo lo viejo porque era inútil. Pero eso nos llevó a los grandes sistemas filosóficos como el de Kant o el de Hegel, osea a aburrirnos muuuuucho. Cuando comienzan las aventuras de Fausto, él está en ese punto, donde sabe que no puede ser sabio a través de la razón y está re quemado y derrotado al respecto. Al pasar el tiempo lo único que lo anima es el bolonqui mitológico del mundo clásico y su belleza. ¿Y cuál es el símbolo por excelencia de la belleza del mundo clásico?: Helena. No es sólo una rubia que está re buena por la que todos se cagan a chotazos, es la fe de que, en algún momento de la historia, hubo una época dorada de héroes y hombres similares a los dioses que vivían locas aventuras. 

Euforión es la unión de la modernidad de Fausto y la belleza clásica de Helena. Es hijo de dos mundos completamente diferentes y tiene características de ambos. Es el idealismo romántico que encarnaron poetas como Lord Byron. El Don Juan del poeta, tenía rizos dorados como Euforión y bien es sabido que Byron murió peleando por la independencia de Grecia contra los turcos, tratando de proteger con sus manos lo que quedaba del mundo clásico. El deseo de estos poetas era volar más alto que todos, hacer de la vida una obra de arte. Tengo que aprender a volar, entre tanta gente de pie, decía Spinetta. Ese exceso de vitalidad, de violencia, de desmesura lleva al Euforión a perseguir muchachitas por los aires gritando "que todos los niños se hagan héroes". Sube cada vez más y como Ícaro o como Byron, cae de su sueño y muere. 

Naciste para la alegría terrena. Quisiste obtener una meta magnífica pero no llegaste a alcanzarla. ¿Quién la ha obtenido? La tierra volverá a engendrar seres de este tipo como siempre lo hizo.

Fausto pierde al niño y a Helena, pierde la belleza y la fortuna, igual que el mundo perdió a Byron o a Shelley, demasiado pronto. Sin embargo, Pantalis le da esperanzas, mostrando que no todo está perdido. 

Quien no ha conquistado para si un nombre ni persigue lo más noble, pertenece a los elementos. 

No obstante, aquello que ha perseguido lo más noble y ha conquistado un nombre, no será sólo barro. Será recordado por los poetas y vivirá hasta el fin de los tiempos haciendo que los niños sueñen con ser héroes.  




Comentarios

  1. Tremenda recapitulación para entender las motivaciones de Fausto, y alto análisis más motivador a lo William Wallace para izar las velas e ir detrás del One Piece

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  2. One piece wa jitsuzai suru, dijo Shirohige antes de morir. 😁

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