Hacer luz lo de las profundidades
Desde que comencé a interesarme y adentrarme en el mundo simbólico de lo que llaman psicología dinámica (analítica y demás derivados del psicoanálisis), uno de los símbolos más convenidos y reiterados por los autores es el del inconsciente en dos formas: el bosque y el mar. Nunca me había cuestionado que podrían llegar a representar diferentes aspectos de nuestra psique profunda hasta estos capítulos de Fausto.
La asociación entre los dos espacios y el mundo psíquico es bastante básico: una apariencia manifiesta que transmite misterio, que puede ser bello o apreciable de por sí, pero que en su interior una vez que nos adentramos encontramos un fantástico y rico nuevo mundo. Pero ¿en que se diferencia un mar de un bosque? Hace unas entradas atrás, en los análisis de la primer parte del Fausto, este se escondía después de haberla cagado matando al cuñado, en los bosques y más profundamente aún en una cueva del mismo. Esto daba una idea de como el protagonista, habiendo metido la pierna hasta el fondo (abandonando su lugar de privilegio académico, metiendose con una menor, matando a su hermano), comienza un viaje por sus rincones más sombríos y negativos, un aceptación de todo aquello negativo que somos. Como dije, el encuentro con la Sombra no es más que el primer paso del proceso de individuación.
En esta segunda parte de Fausto, nuestro héroe se encuentra ahora en otra etapa, una que implica algo más complejo que el simple juguetear con nuestros personalidad reprimida. Aceptar toda la mierda que tenemos dentro como parte de nosotros es el primer paso para lograr la totalidad, al fin y al cabo estamos escondiendo y rechazando toda una parte de nuestro ser solo porque a la sociedad no le gusta. Aquí el viaje es más complejo, y el necesario para no caer en la locura de nuestra Sombra, re-conectar con lo bello, aceptar no significa dejarnos invadir y perdernos. Y acá entra lo interesante ¿por qué ahora nos metemos en ríos, lagos y figuras en general de la otra representación del inconsciente (mar)?
A diferencias del bosque, donde si bien transmite misterio, existe la posibilidad (con valentía) de adentrarnos a explorarlo por nuestros propios medios, sigue siendo nuestro habitat. El fondo del mar, del río, del lago, no lo es. Necesitamos de la ayuda de criaturas mitológicas para poder explorar este nuevo mundo. Así como lo que pasa en el curso inferior del Peneo genera un terremoto en el curso superior del Peneo, un movimiento caótico que asusto y altera hasta al mismo diablo, pero que si eres capaz de tener a las hormigas de tu lado son grandes tesoros (del mundo inconsciente) el que puedes rescatar.
Luego de referencias filosóficas que ansío leer de Franco, y de reiteradas puestas del balde en la cabeza de Mefistófeles que nos sigue dejando a entender que no es capaz de sacar ningún provecho en este mundo, el demonio nos deja un pique propio del psicoanálisis:
Si nunca te extravías a la razón nunca llegas
Y completando el pique psicológico, páginas más tarde Dríada (ninfa de los bosques y los árboles):
No deberías volver tu mente hacia la patria
sino venerar aquí la nobleza de la sagrada encina
Finalmente, nos adentramos a la búsqueda del Homunculus para poder nacer al mundo. Luego de una vueltas burocráticas del "conozco a un amigo que sabe hacer el trabajo", Nereo como símbolo del mensajero que trae lo necesario del inconsciente para acompañar a los héreos en sus caminos, llegan a Proteo, no sin antes Tales le tire un palito acusándolo que lo que revela lleva con si mucho asombro pero no sirve para un carajo por la confusión que genera (como cuando entendés porque repetís el mismo patrón de parejas por tomar ayahuasca, pero no te dice como solucionarlo). Y en estas estamos, aunque no se puede terminar el análisis sin tirar mi diálogo favorito de los capítulos:
Homunculus:
En esta excelsa humedad
todo cuanto yo alumbro
tiene belleza y encanto.
Proteo:
En esta humedad vital
empieza a brillar tu luz
con magnífica intensidad.
Muy buena, me gustó mucho la diferencia entre el bosque y el mar, y la necesidad de "ayuda mitológica" es decir, interpretación de mitos para poder adentrarse en el inconciente. Lo de las hormigas también, flash total.
ResponderEliminarPescaste altas frases también
Uno no puede respirar bajo el agua jaja
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